La causa que con mayor frecuencia explica el inicio de una relación voluntaria es alguna forma de atracción interpersonal entre dos personas.

Pero… ¿Por qué experimentamos atracción hacia determinadas personas?

Los sentimientos positivos o negativos hacia otros son la clave de las relaciones interpersonales. Cuando las personas intentan representar en su mente a otras personas inevitablemente dentro de esas representaciones entran juicios evaluativos. Esta tendencia a juzgar a las personas como “buenas” o “malas” para uno mismo desde un punto de vista evolucionista, es crucial para el bienestar y la supervivencia. Consecuentemente, se tiende a pensar que la atracción interpersonal está fuertemente determinada por los juicios que las personas llevan a cabo.

¿Cuáles son los principios de la atracción?

1.      Familiaridad: Las personas que nos resultan familiares son juzgadas como seguras e incapaces de producirnos daño El hecho de que una persona nos resulte familiar aumenta su atractivo. Este fenómeno, conocido como el efecto de la mera exposición, se ha comprobado con diversos estímulos (palabras, figuras públicas, famosos…) y en todos los casos, indica que tendemos a encontrar más atractivas a aquellas personas con las que nos encontramos un mayor número de veces, sin necesidad de que exista una relación o interacción con ellas.

2.      Interacción: No siempre un mayor grado de interacción o una mayor frecuencia de encuentros conducen a una percepción de mayor grado. Para que esto ocurra, la persona con la que interactuamos o nos encontramos debe suscitar desde el inicio una evaluación positiva o como mínimo neutra. Según las investigaciones, parece que cuando las relaciones son satisfactorias las parejas eligen interactuar más.

3.      Reciprocidad de atracción: Uno se puede sentir atraído por personas con las que nunca ha tenido un contacto personal como, por ejemplo, un famoso. Otras veces, la atracción que experimentamos por una persona es fruto de cómo se va desarrollando la interacción que mantenemos con ella. Es importante que también nosotros resultemos atractivos a aquellas personas que nos atraen.

4.      Semejanza: Los semejantes son más agradables. Nos sentimos más atraídos por personas similares a nosotros y con los que compartimos intereses. Existen pruebas de que los matrimonios se vuelven con el tiempo más similares. Los hombres suelen volverse más semejantes en cuanto a su capacidad verbal y flexibilidad actitudinal.

5.   Belleza física: Las características físicas son especialmente importantes en los primeros encuentros o cuando el contacto entre las personas es superficial. Ciertos estudios demuestran que la belleza puede estar más en los ojos del observador que en las características de la persona observada. Por ejemplo, Owen y Ford (1978) encontraron que tendemos a encontrar más atractivas físicamente a aquellas personas cuyas características no físicas nos gustan también. Por lo tanto, si una persona te gusta, tiendes a percibirla físicamente atractiva.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Escanea el código