La palabra autoestima puede tener muchos significados. Todos imaginamos a qué se refiere este término más o menos, pero en lo que respecta a las definiciones exactas, los hechos a menudo se desvían por las suposiciones. Hoy aprenderás qué es y cómo mejorar tu autoestima.
Muchos ven la autoestima como confianza, lo cual es parcialmente cierto, aunque eso no cuenta toda la historia. Si tienes un alto grado de autoestima, es razonable esperar que tenga confianza. Pero si tienes confianza, no siempre significa que tenga una alta autoestima. Lo vimos hace unas semanas en este artículo.
La autoestima es cómo nos consideramos a nosotros mismos. Es la visión más profunda que tenemos sobre nuestra persona, influye sobre todas nuestras elecciones y decisiones más importantes y modela el tipo de vida que nos creamos.
La gente que me rodea y las personas que me siguen en redes, deben estar cansados con mis repeticiones sobre lo importante que es cuidar nuestra autoestima. Lo siento, pero seguiré repitiéndolo: “Si tienes una buena autoestima podrás conseguirlo prácticamente todo”.
¿Por qué es tan importante aprender a mejorar tu autoestima?
Cuando te gustas o te quieres más, las cosas simplemente se vuelven más fáciles. Cuando la opinión sobre ti mismo aumente de forma positiva, dejarás de intentar ansiosamente obtener la validación y la atención de otras personas. Te volverás menos necesitado y tu vida interior dejará de ser una montaña rusa emocional basada en lo que la gente pueda pensar o decir sobre ti.
¿Cómo puedo mejorar mi autoestima?
Mejorar tu autoestima no es un proceso rápido. Debemos estudiar las causas de esa baja autoestima, realizar ejercicios de introspección y ver cuál es la mejor forma de abordar los problemas que te hacen sentirte así. Si estás convencido de que quieres mejorar tu autoestima y quieres tener unos resultados exitosos, el mejor camino será siempre pedir ayudar a un profesional de la psicología. Aun así, te voy a dejar unas pautas que espero que te sirvan para mejorar ciertos aspectos de tu vida.
Cambia tus pensamientos:
Es normal tener más pensamientos negativos que positivos a lo largo del día, pero debemos aprender a combatirlos para darle la vuelta a esto.
No quiero que mires hacia otro lado cuando tengas un pensamiento que te molesta. Quiero que cambies ese mismo pensamiento por otro más adaptativo.
Mejor con un ejemplo:
Situación negativa: Vas conduciendo hacia el trabajo y sin que ocurra nada que te altere, te viene un pensamiento a tu cabeza sobre la noche anterior:
Mi marido estuvo anoche hasta las tantas con el móvil, ¿estaría hablando con otra mujer? Lo mismo estaba hablando con su compañera de trabajo, la que se acaba de divorciar. Siempre se han llevado muy bien. ¿Y si empiezan a tontear?
¡Cuidado! Estás rumiando, y si no lo paras vas a sufrir mucho.
Situación adaptativa: Vas conduciendo hacia el trabajo y sin que ocurra nada que te altere, te viene un pensamiento a tu cabeza sobre la noche anterior:
Mi marido estuvo anoche hasta las tantas con el móvil, ¿estaría hablando con otra mujer? No creo, seguro que estaría entreteniéndose con chorradas porque no ponen nada interesante en la tele. Últimamente no echan nada bueno. Esta noche le voy a proponer ver una peli o empezar una serie de Netflix.
En consulta suelo decir mucho: Tú tienes el poder de entrenar tu mente. Puedes entrenarla para ser feliz o para amargarte. Tú decides.
Las primeras veces que intentes cambiar esos pensamientos negativos por otros más adaptativos puede ser que te cueste trabajo, pero si no tiras la toalla y sigues haciéndolo, terminarás por conseguirlo.
(En breve, sacaré un post sobre la rumiación explicándolo de forma más detenida, si no quieres perdértelo, suscríbete aquí:
Acéptate:
Aquí hay que diferenciar una cosa: Aceptarse no es lo mismo que gustarse. Uno puede aceptar ciertos aspectos de su cuerpo y de su personalidad que no le terminan de gustar y que cambiaría si pudiera. Pero hay cosas que no pueden cambiarse. Lo que se debe aceptar es que puede haber cosas de nosotros mismos que no nos gustan, al igual que hay cosas de tus padres, amigos, pareja, vecino… que no te gustan. No somos seres perfectos. Lo ideal es aceptar que NADIE es perfecto, ni nosotros mismos, aunque intentemos muchas veces creernos que sí. Se trata de vivir en paz y no en guerra con uno mismo. Tomar conciencia de nuestras limitaciones quizás sea el camino más corto y duradero para terminar aceptándose de verdad.
Trátate con cariño, respétate y quiérete mucho
Eres la persona con la que más tiempo vas a pasar en esta vida ¿De verdad quieres llevarte mal, odiarla o sentir pena por ella?
Nuestro lenguaje interno es súper importante aquí. La Universidad de Michigan demostró que las personas que hablan consigo mismas de forma positiva tenían más éxito, mostraban mayor confianza en ellos y veían que eran más felices.
Lo que nos decimos tiene mucho poder sobre nuestras circunstancias. Sé bueno contigo mismo, no te vas a poder librar de ti.
Sé realista
Debes reflexionar sobre ti y sobre lo que te rodea. Identifica lo que puedes cambiar y lo que no. Identifica lo que te hace feliz y lo que te hace daño. Toma decisiones y acepta responsabilidades. Pregúntate qué quieres conseguir, dónde están tus límites y qué cosas podrías mejorar.
Nunca es tarde para mejorar tu autoestima. Si consigues integrar estas cuatro pautas en tu vida, tengo claro que tu autoestima aumentará.
Muy importante: No olvides que hay que ser constante para conseguir grandes resultados.
Con mucho amor,
Noelia.
Me ha gustado mucho. Grandes aportes. Me suscribo y espero leer pronto el post sobre la “rumiación”
¡Gracias! Próximamente lo tendremos
Que buen post. Gracias por ayudarnos tanto!
Muchas gracias Noelia!
Miiiiil gracias. Lo he apuntado todo.
¡Gracias a ti!