Cada año, millones de personas decidimos realizar cambios positivos en nuestras vidas. Deseamos comer más sano, hacer más ejercicio y dormir más. Esto suele ocurrir, normalmente, con la llegada del mes de enero, pero también se suele dar al finalizar las vacaciones de verano.
Septiembre suele ser un mes donde las personas reflexionamos y buscamos incorporar nuevos hábitos a nuestra rutina diaria. Comenzamos el mes con muchas ganas: comemos más sano, reducimos las cervecitas, nos apuntamos al gimnasio, hacemos meditación antes de ir a dormir… Todo parece genial. Nos sentimos orgullosos de haber incorporado esos buenos hábitos en nuestra vida.
Pero luego ocurre algo.
A medida que pasan las semanas, estos nuevos hábitos comienzan a desaparecer: Pasamos un día por alto, luego una semana, después otra y ya… Volvemos al punto de partida.
Y nos preguntamos: ¿Por qué es tan difícil incorporar cambios en nuestra vida? Si además… ¡Son buenos para mí!
¿Quieres mi respuesta?
Escoges demasiadas cosas a la vez. Una vez que el entusiasmo del principio disminuye, tu cuerpo y tu mente comienzan a protestar, tu motivación se desploma y llega el abandono.
¿Te gustaría cambiar esto y poder incorporar tus nuevos hábitos sí o sí? Pues sigue leyendo porque te voy a dar dos herramientas científicamente probadas para que incorporar tus nuevos hábitos tenga más probabilidades de éxito.
¿Qué son los hábitos?
Primero tenemos que entender bien el concepto de hábito. Los hábitos son, por definición, «comportamientos repetidos con poca o ninguna intención consciente». En otras palabras, son comportamientos aparentemente pequeños (pero muy poderosos) que realizamos de forma automática, con poca o ninguna reflexión. Por ejemplo: irte a dormir a la misma hora, ir al trabajo por el mismo camino, tomar siempre el mismo desayuno…
Si lo analizas… Gran parte de las horas de nuestro día, vamos en piloto automático circulando a través de hábitos que hemos creado.
Los hábitos pueden ser buenos: Beber dos litros de agua al día.
Y pueden ser malos: Fumar.
Cuando conseguimos incorporar de manera exitosa un nuevo hábito, sea bueno o malo, éste se guarda en el inconsciente. Por ello es más complicado deshacerse de ellos. Esto es positivo para los buenos hábitos y negativo para los malos hábitos, porque nos hará más complicado deshacernos de ellos.
Importante: Para que tus nuevos hábitos tengan éxito hay dos cosas que tendrás que tener presentes: Paciencia y Confianza.
Estrategias para incorporar nuevos hábitos
Aquí van las dos herramientas comprobadas que te ayudarán a lograr instaurar esos nuevos hábitos en tu rutina: Apilamiento de hábitos y Empaquetar tentaciones.
Apilamiento de hábitos: Debemos colocar los hábitos que queremos incorporar encima de viejos hábitos.
Por ejemplo: Todas las mañanas te tomas tu taza de café (viejo hábito). Después de tomar tu taza de café te tomarás unos minutos para meditar (incorporas el nuevo hábito).
Es decir, empiezas a aprovechar el impulso del viejo hábito (tomar tu taza de café) para hacer que el nuevo hábito (meditar unos minutos al día) sea fácil de iniciar. Al unir este nuevo hábito a uno existente, estás ayudando a tu cerebro a adoptarlo de manera más fácil.
Consejo: Haz una lista de todos los “viejos hábitos” que ya tengas incorporados en tu día. Después, escoge un máximo de 3 hábitos nuevos que quieres incorporar. (Ya te he comentado que, si escoges muchos hábitos, tienes más probabilidades de fracasar). Una vez que hayas pensado los “nuevos hábitos”, observa cuándo sería mejor apilarlo en un “viejo hábito”. No debes poner el “nuevo hábito primero”.
Esto debería ser así:
1.Realizo el viejo hábito que tengo automatizado en mi día.
2.Realizo seguidamente el nuevo hábito que quiero incorporar a mi rutina.
Empaquetar tentaciones: Quizás la estrategia “apilamiento de hábitos” te puede resultar difícil de incorporar si los hábitos que quieres lograr exigen un mayor esfuerzo. Como pueden ser “ir al gimnasio” y “comer sano”, dos hábitos que se suelen repetir en las listas de muchas personas.
Para esta estrategia necesitaremos tener cierta motivación, sino la pereza nos invadirá y adiós a los nuevos hábitos.
Para utilizar esta herramienta, debes crear dos listas: En la primera lista, escribe todas las cosas que te gustaría incorporar en tu vida (nuevos hábitos) y en otra las cosas que disfrutas haciendo (salir a dar un paseo, ver una serie, tomar un trozo de chocolate, ir de compras…)
¿Te imaginas ya por dónde voy?
Cuando realices una acción de la primera lista, podrás hacer algo de la segunda lista (lo que viene siendo recompensarte).
Importante: Creo que no hace falta decirlo, pero por si acaso… No vale que pongáis: El día que vaya al gimnasio me tomo un helado. Si como ensalada por la mañana me permito comerme media tableta de chocolate por la noche. ¿De qué sirve engañarse?
¿Cómo podrías aplicar esta herramienta de manera adecuada? Te lo explico con unos ejemplos.
Si el nuevo hábito que quieres incorporar es comer más sano, puedes poner: Si de lunes a sábado como de manera saludable, puedo permitirme darme algún capricho el domingo.
Para los que quieren incorporar el ejercicio como nuevo hábito, pueden poner: Si cumplo con mi rutina de ejercicios durante un mes, reservaré un masaje relajante/pasaré un día en un spa/me compraré el perfume que me gusta… Cada uno sabe cómo recompensarse.
Hay que ser constantes y buenos con uno mismo
Recuerda que, si quieres dominar un hábito, la clave es comenzar con la repetición, no con la perfección. Algo que me gustaría recordarte para finalizar el artículo es que seas bueno contigo mismo. No somos perfectos, no somos máquinas, somos humanos. Podemos permitirnos fallar y equivocarnos. No pasa nada. Mientras que el error no te haga tirar la toalla, está permitido equivocarse. Siempre podemos volver a empezar. Las oportunidades para crear nuevos hábitos son infinitas, con constancia y un pequeño esfuerzo, estoy segura de que lo conseguirás.
Si quieres puedes dejar en los comentarios los nuevos hábitos que te gustaría incorporar en tu vida. También puedes ver más contenido a través de mi instagram
Con mucho amor,
Noelia.
Para mí son más importantes la lista de «propósitos» de septiembre que la de enero. Quizás porque en septiembre hay más cambios que en enero. Me cambia la temperatura, la casa donde estoy, el nuevo lugar de trabajo (cambio de centro casi todos los años), por lo que parece que tiene más lógica hacer los cambios en este mes. Yo ya me estoy preparando los de este 2021: Aprender a cocinar más sano, apuntarme a pilates, salir en bici los domingos con mis hijos… Alguno más saldrá. Aplicaré las herramientas que nos has dado. Gracias por dedicarnos tu tiempo
Unos propósitos estupendos ¡A por todos!
Mi hábito para septiembre será salir a caminar un ratito por las mañanas, antes de ir a trabajar
¡Perfecto!
Tanto en enero como en septiembre, mi objetivo siempre es el mismo (hacer dieta), yo diría que casi todos los lunes es mi objetivo jaja
¡Ay la dieta! Hay gente que se pasa toda la vida a dieta… Consejo: No pienses en «voy a hacer dieta» (esto lo ves como algo negativo, que no te gusta), piensa mejor en «voy a comer sano» como sabes que es algo bueno para tu organismo, lo verás como un estímulo positivo
Controlar los pensamientos negativos y mejorar mi autoestima!